Hasta hace muy poco tiempo, si querías una nariz más pequeña, más recta, más lisa podías: Someterte a una rinoplastia o
hacerte una rinoseptoplastia en el caso de tener el tabique desviado
La revolución
Con la llegada de los rellenos inyectables, la medicina estética dio paso a una técnica capaz de transformar todo tu perfil sin complicaciones: la reparación no quirúrgica de la nariz o rinomodelación. De la misma forma que el ácido hialurónico se usa para tratamientos estéticos en labios y mejillas, el especialista puede corregir curvas, protuberancias y bultos, remodelando la nariz.
¿Qué nos ofrece este tratamiento?
La rinomodelación es un tratamiento estético que da forma a la nariz por medio de la infiltración de materiales de relleno sin necesidad de recurrir a la cirugía.
Disimula la giba o “joroba” de la nariz rellenando el tejido circundante.
Reduce depresiones y surcos antiestéticos.
Mejora la simetría del rostro.
Crea un efecto lifting en una punta nasal caída.
Corrige un perfil de “nariz en silla de montar”.
Tipos de Rinomodelación
Temporal
En esta modalidad se usa principalmente ácido hialurónico, aunque también se pueden emplear otros compuestos como Juvederm o Radiesse. Los materiales son reabsorbibles por el organismo. Habitualmente no es necesaria más de una sesión y esta no suele exceder los 30 minutos. La duración de los resultados de la rinomodelación temporal oscila entre los 8 y 12 meses.
Permanente
La rinomodelación permanente utiliza compuestos que no son reabsorbidos por el cuerpo, generalmente inyecciones de silicona o Artefill. Lo normal son 3 sesiones para completar el tratamiento.